La infinidad de riesgos que pueden representar un fuerte quebranto económico para nuestra empresa, nos han hecho cada vez más conscientes de la necesidad de contar con una buena Administración de Riesgos, capaz de proteger el patrimonio institucional por el que tanto hemos trabajado.
Todos los procedimientos que sirven para identificar, analizar, evaluar y controlar los efectos adversos de los riesgos a los que está expuesta nuestra empresa forman parte de la Administración de Riesgos y su finalidad es, justamente, evitar estos riesgos, reducirlos o incluso transferirlos.
Para que podamos llevar a cabo una correcta Administración de Riesgos hay que considerar tres aspectos:
- Evitar el riesgo, de esta manera evitaremos pérdidas cuantiosas.
- Si no es posible erradicarlo, controlar el riesgo para evitar mayores pérdidas.
- Tolerar el riesgo, siempre y cuando esto no implique gastos similares o superiores al mismo riesgo.
¿Cuáles son los objetivos de la Administración de Riesgos?
El principal objetivo de la Administración de Riesgos es evitar pérdidas o algún gasto significativo derivado de la exposición de nuestra empresa ante los diversos riesgos que se nos puedan presentar.
Los objetivos que se buscan cumplir al tener un departamento de Administración de Riesgos son los siguientes:
- Asegurar que se cumplan las políticas definidas por la dirección para la prevención de riesgos.
- Establecer metodologías de análisis y evaluación de riesgos.
- Establecer métodos y controles para la Administración de Riesgos.
- Identificar las fuentes de información para poder identificar la magnitud de los diferentes riesgos.
- Medir metodológicamente la exposición al riesgo de nuestra empresa.
- Determinar en el departamento de Administración de Riesgos, los niveles de riesgo aceptables de acuerdo la infraestructura financiera de nuestra empresa.
- Elaborar informes de manera constante sobre la Administración de Riesgos en nuestra empresa.
La elaboración constante de análisis de parte del departamento de Administración de Riesgos en nuestra empresa, nos dará la oportunidad de identificar, analizar y evaluar las posibles contingencias a las que podríamos enfrentarnos y, sobre todo, nos dará las herramientas para tratar con ellas evitando así que las finanzas y la estructura misma de nuestra empresa puedan verse gravemente afectadas.
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